Empiezo a comprobar el frío de por aquí, todavía no es intenso pero el aire es frío y corta. Los guantes empiezan a perfilarse como nuevos amigos y compañeros durante una larga temporada. Aquí el clima está un poco loco, es una lotería, un día llueve muchísimo y al siguiente hace un solazo precioso. Aún cuando el día está nublado no deja de impresionarme la belleza de esta ciudad, parece de película, en cada paseo descubro cosas nuevas, vistas preciosas y rincones donde te apetece perderte un rato.
Esta semana es muy especial, tengo momentos para todo. Lo más importante es que mi nueva primita ya está con nosotros. Estoy feliz aunque al mismo tiempo me da pena no poder estar allí con la familia y darle bienvenida también, pero como mi familia es maravillosa a las poquitas horas de nacer ya he podido conocerla y es preciosa. Estoy muy contenta.
Esta felicidad es también por mis progresos aquí, he empezado un curso de polaco, lo hago yo sola en casa, con un libro y un cd, me río yo sola repitiendo las conversaciones, pero es una manera de ocuparme y estoy muy ilusionada. Estas clases están apoyadas además por mis nuevos amigos, tanto por mis vecinos como por María e Ismael, ellos me ayudan, me explican y con ellos puedo empezar a poner en práctica mis conocimientos (ajjajajaaj) En el tema de trabajo también empiezo a ver un poco de luz y si no hubiese sido por tema coche y tiempo ya hubiese dado mi primera clase de zumba, era una sustitución pero algo es algo. Lo bueno es que ya me tienen ahí en reserva para cuando haga falta en algún sitio o empiecen clases nuevas. Creo que la suerte sigue acompañándonos. En contra de todo esto está que es la semana que más sola estoy, más tiempo sola he estado quiero decir, ya que cada día viene más tarde a casa. Estoy empezando a meditar (algo tengo que hacer con mi tiempo) creo que ya consigo estar un minuto sin pensar en nada, voy poco a poco, con calma, pero creo que lo conseguiré algún día.
Esta semana hemos comido sardinillas frescas de España (riquísimas) y si no fuera por el trabajo, ayer hubiésemos disfrutado de un buen jamón ibérico mmmm...otra vez será...Por la noche fuimos a una fiesta invitados por los vecinos, un local Harley Davison en Polonia, con osos pardos en la barra pero con la misma amabilidad que hasta ahora vamos encontrando. Les maravilla que 2 españoles estemos ahí en medio y hacen lo posible por que estemos a gusto, y es genial. Lo malo es que es la primera vez que voy a un garito lleno de gente y no me puedo ni desabrochar la cazadora del frío que hacía, ni la cerveza ayudaba. Me sigo sorprendiendo de como son aquí, a la hora de irnos decidimos coger un taxi porque era un camino largo y como ya he dicho, estábamos congelados. Pues dicho y hecho, nada más decírselo al vecino, para un taxi que se iba con gente, habla con ellos y nos dice que entremos, que nos llevan, y ahí nos ves en un taxi con gente que no habíamos visto nunca acompañándonos a casa. Sigo preguntándome ¿que aquí no son amables? yo, por suerte, no puedo decir eso
Mañana toca un poquito de turismo, a ver qué nuevas cosas me sorprenden y qué nuevas experiencias vivo...